El auto chequeo debe ser una constante en la vida de la empresa. Sólo con una supervisión continuada podrás prevenir errores y detectar situaciones que pueden convertirse en problemas.
Rotación negativa:
Muy, muy poca rotación es negativa porque las empresas necesitan renovarse. “Cuando las personas permanecen mucho tiempo en su puesto de trabajo y, además, no hay apenas rotación interna ni cambios en los contenidos de puestos, suele ser síntoma de acomodamiento. Que la organización y las personas se han acomodado y prefieren la calma social a la competitividad y la innovación”, señala Pérez Rivero.
SOLUCIÓN: Las personas aportan durante un tiempo determinado, pero después ya no enriquecen el puesto y se produce un estancamiento que afecta a la empresa. Por eso, hay que inculcar la idea de que los puestos no son para toda la vida y promover el trabajo por proyectos, de manera que cada vez que se finalice el proyecto se valore la continuidad en el puesto o en el departamento. El esfuerzo invertido debe traer
Rotación excesiva
Es el caso contrario, por eso insistimos en la necesidad de analizar los síntomas en función de tu empresa y tu sector. Cuando hay una rotación demasiado alta puede indicar falta de incentivos, desmotivación, falta de flexibilidad, mal clima laboral o malos jefes. Para Javier Crespo, director de Programas de Recursos Humanos de EAE y jefe de Talento en Quirón Salud, “el 78% de la gente que cambia de trabajo huye de su jefe”.
SOLUCIÓN: Es importante realizar entrevistas de salida para identificar las razones por las que se marcha el talento, ya que por, norma general, los que suelen irse son los mejores. Si es por desmotivación, deberás buscar nuevos retos o desafíos para despertar de nuevo el entusiasmo entre tu gente. Si es por poca competitividad en materia de salarios, prueba a ofrecer otro tipo de incentivos (horarios flexibles,
Aumento del absentismo
Debes analizar si aumenta el absentismo con respecto a meses y años anteriores. La causa puede ser diferente. Cuando es por sobrecarga, malas condiciones laborales, conflictos laborales o conflictos de rol, las bajas suelen ser prolongadas y estar vinculadas a enfermedades ligadas al estrés o a la fatiga mental, como la depresión. Pero hay un absentismo relacionado con la ausencia de flexibilidad laboral y es aquel que afecta a los trabajadores más jóvenes, con hijos pequeños entre los cero y los cuatro años. Son los niños sin escolarizar y que se ponen constantemente enfermos. Si no hay conciliación en la empresa, la gente rinde menos y se ausenta más.
SOLUCIÓN: En función de la causa, de nuevo la solución será diferente. Si hay una sobrecarga continuada, la gente tiene que descansar: “Está comprobado que los que trabajan más de 60 horas semanales de forma continuada tienen más riesgo de morir que los que trabajan menos”, insiste Crespo. Así que debes eliminar la sobrecarga de tu organización reorganizando el trabajo, reestructurando los recursos e incluso ampliándolos. Si es por un tema de conciliación laboral, implementa medidas de flexibilidad.
Hiperconectados
Son las diez de la noche y recibes un whats app de tu más directo colaborador sobre un asunto profesional. Alerta, tienes un problema. O mejor dicho, lo tiene tu empresa. A menudo el emprendedor se deja arrastrar por la vorágine de su proyecto y está perpetuamente conectado, enviando e-mails o mensajes instantáneos a su equipo. Al final, acaba provocando una sobrecarga de trabajo en su gente que se ve obligada a trabajar a deshoras y a estar siempre conectados. Esto, como recuerda Manuel Reyes, “acaba provocando una confusión entre dedicación e implicación”. Y, no te engañes, es un problema, porque puedes provocar un desgaste importante en tu gente.
SOLUCIÓN: Debes respetar los descansos y promover el cumplimiento de la jornada laboral, fomentando la política de luces apagadas: desconecta internet, apaga luces y favorece el cumplimiento del horario. Lo mejor es organizar el trabajo por proyectos y focalizarse en resultados más que en horarios
y jornadas.
Conflictividad laboral
Es cierto que, recuerda Javier Crespo, “en estos tiempos de crisis se ha emponzoñado un poco el clima laboral en la mayor parte de las empresas” porque ha habido recortes, reestructuraciones, despidos y eso genera mal ambiente. Pero, si no se gestiona bien este conflicto, acaba apareciendo la tan dañina comunicación de pasillo: los rumores, los cotilleos, los correveidiles.
SOLUCIÓN: Has de buscar si este mal ambiente viene provocado por la presencia de personas tóxicas (gente que está a disgusto o frustrada). Según Manuel Reyes, socio-director de MRC International Training, detrás de la conflictividad laboral está “la sensación de injusticia, la incertidumbre, el miedo al cambio”. La solución pasa por comunicar de una forma más transparente, reconfirmar los objetivos ofrecer alternativas y hacer partícipe a todos.
Escasez de ideas
¿Cuánto tiempo hace que no se desarrollan innovaciones en tus instalaciones? ¿Fluyen las ideas entre tu gente? ¿Tienes la sensación de que de un tiempo a esta parte no hay nada nuevo bajo el sol? Tienes un problema. La ausencia de ideas suele ser síntoma de un mal clima laboral que no anima a los trabajadores a expresarse en libertad.
SOLUCIÓN: Las personas deben percibir que son tenidos en cuenta. Es importante detectar dentro de tu organización esa figura que Pérez Rivero denomina el francotirador: es decir, la persona que está en una posición privilegiada y que dispara en los momentos inesperados y con toda la intención de hacer daño. Crea la sensación en las personas de que están constantemente en peligro y que lo mejor es no destacar.
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